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Nahum Montt
(Barrancamerbeja, 1967)

Nahum Montt cursó estudios de literatura en la Universidad Nacional de Colombia. Además, es egresado de la Maestría en Educación de la Universidad Externado de Colombia.
Es autor de las novelas “Midnight dreams” (1999), y “El esquimal y la mariposa”, con la cual obtuvo el Premio Nacional de Novela Ciudad de Bogotá, en el año 2004.
Ha sido docente de Literatura varias universidades de Colombia y asesor pedagógico del Ministerio de Educación Nacional.
En el año 2006 publicó la biografía de Miguel de Cervantes Saavedra, “Versado en desdichas”.
En la actualidad es director del Taller Renata de novela Ciudad de Bogotá.
Lara
Lara, novela reciente de Naum Mounth, cuenta la historia de un ministro de justicia que siente en carne propia un país injusto y desinformado. Se mira aquí un ministerio que duele y que desde sus primeras semanas rechaza a su propio Ministro de Justicia. La realidad colombiana es dinero y crimen, es el estandarte de lo que en apariencia triunfa en la mirada vulgar.El autor establece un recorrido histórico en el que aclara los pormenores de la muerte de Lara Bonilla, delator del poder de narcotráfico y de la dudosa fortuna de Pablo Escobar. Si me preguntan por un tiempo de la novela, les diría que abarca el paso de Lara por el ministerio, desde su nombramiento hasta su renuncia forzada por otro nombramiento en una embajada como medida de protección, pocas horas antes de su muerte. Este lapso de tiempo se relaciona con un largo antecedente de la mafia colombiana.
Allí el protagonista recuerda de manera fugaz algunos instantes de su vida y mientras tanto entrega todo al servicio de lo que es su convicción, la justicia. Lara es la incomprensión en el poder, la desidia y el juego de valores frente a un verdugo que triunfa por medio de un atentado que acalla la moral.
Guillermo Cano representa allí la denuncia de la corrupción y, a su vez, la camaradería de la razón con Lara Bonilla.
Nahum Montt, apunta a un tema recurrente y de cierta forma complaciente del vampiro que llevamos ya los colombianos por dentro. Al parecer, de manera involuntaria, adivina nuestra sed de sangre en los periódicos y medios de comunicación, fruto de una cotidianidad violenta que nos absorbe.
Por: Juan Malaver, Docente Departamento de Humanidades y Letras - Universidad Central.
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