martes, 16 de septiembre de 2008

Álvar Núñez Cabeza de Vaca



(Jerez, 1490 – Sevilla, 1560)


Álvar Núñez Cabeza de Vaca fue un explorador español, nacido en Jerez de la Frontera (Cádiz) hacia 1490.

En 1527 fue miembro de una expedición que tenía por finalidad la búsqueda de oro, integrada por 300 hombres y capitaneada por Pánfilo de Narváez. Dicha expedición llegó a la bahía de Tampa hacia abril de 1528, y de allí se dirigieron por tierra hacia México. Fueron muriendo muchos de los integrantes de este grupo, por lo que Álvar Núñez Cabeza de Vaca se convirtió en jefe de estos conquistadores. En una isla los indígenas los capturaron.

En 1535, después de seis años de cautiverio, Álvar Núñez Cabeza de Vaca y otros tres expedicionarios lograron huir, y recorrieron el sudoeste estadounidense y norte de México hasta llegar a un poblado a orillas del río Sinaloa.

A su regreso a España en 1537, la corona lo nombró Adelantado Gobernador del Virreinato del Río de la Plata.

Entre 1541 y 1542 estuvo al frente de una expedición que recorrió 1.600 km, a través del sur de lo que es hoy Brasil, hasta Asunción. En esta expedición descubrió las Cataratas del Iguazú.

En 1544 volvió a España bajo arresto por oponerse al uso de tanta barbarie hacia los indios, allí lo desterraron y enviaron al África, hasta 1556 en que obtuvo el perdón por parte de Felipe II, quien lo nombró presidente del tribunal supremo de Sevilla. Tomó los hábitos y se radicó en un monasterio sevillano.

Falleció en Sevilla hacia 1560.

Escribió relatos y narraciones sobre sus expediciones en su obra Naufragios de Álvar Núñez Cabeza de Vaca, Adelantado Gobernador del Río de la Plata.

Naufragios (CAPÍTULO II)



Cómo el gobernador vino al puerto de Xagua y trujo consigo a un piloto. En este tiempo llegó allí el gobernador con un bergantín que en la Trinidad compró, y traía consigo un piloto que se llamaba Miruelo; habíalo tomado porque decía que sabía y había estado en el río de las Palmas, y era muy buen piloto de toda la costa del Norte. Dejaba también comprado otro navío en la costa de la Habana, en el cual quedaba por capitán Álvaro de la Cerda, con cuarenta hombres y doce de caballo; y dos días después que llegó el gobernador, se embarcó, y la gente que llevaba eran cuatrocientos hombres y ochenta caballos en cuatro navíos y un bergantín. El piloto que de nuevo habíamos tomado metió los navíos por los bajíos que dicen de Canarreo, de manera que otro día dimos en seco, y así estuvimos quince días, tocando muchas veces las quillas de los navíos en seco, al cabo de los cuales, una tormenta del Sur metió tanta agua en los bajíos, que pudimos salir, aunque no sin mucho peligro. Partimos de aquí y llegados a Guaniguanico, nos tomó otra tormenta, que estuvimos a tiempo de perdernos. A cabo de Corrientes tuvimos otra, donde estuvimos tres días; pasados éstos, doblamos el cabo de Sant Antón, y anduvimos con tiempo contrario hasta llegar a doce leguas de la Habana; y estando otro día para entrar en ella, nos tomó un tiempo de sur que nos apartó de la tierra, y atravesamos por la costa de la Florida y llegamos a la tierra martes 11 días del mes de abril, y fuimos costeando la vía de la Florida; y Jueves Santo, surgimos en la mismarcosta, en la boca de una bahía, al cabo de la cual vimos ciertas casas y habitaciones de indios.


Tomado de: Naufragios, Alvar Núñez Cabeza de Vaca.


Fotos:




lunes, 1 de septiembre de 2008

Adaptación de Los hermanos Karamazov, de Patricia Jaramillo

Lunes 1 de septiembre
1:00 a 4:00 p.m.
Auditorio Octavo piso
Sede Norte



Fiódor Mijáilovich Dostoyevski

(1821-1881).


Un padre autoritario médico y una madre vista por sus hijos como un refugio de amor y protección marcaron el ambiente familiar en la infancia de Dostoyevski.


En
1839, cuando tenía 18 años, le llegó la noticia de que su padre había fallecido. En parte, Fiódor se culpó por haber deseado la muerte de su padre en muchas ocasiones. Sigmund Freud se fijó en estos hechos para redactar su famoso artículo Dostoyevski y el parricidio (1928).


Los ataques epilépticos ocurrieron esporádicamente durante su vida y se cree que esas experiencias formaron las bases para la descripción de la epilepsia del príncipe Myshkin en su novela
El idiota y la de Smerdiákov en Los hermanos Karamazov.


En
1844, Honoré de Balzac visitó San Petersburgo y Dostoyevski, como muestra de admiración, decidió traducir Eugenia Grandet para saldar una deuda de 300 rublos con un usurero. La obra fue editada en forma de libro al año siguiente, convirtiendo a Dostoyevski en una celebridad literaria a los 24 años. En 1880, participó en la inauguración del monumento a Aleksandr Pushkin en Moscú, donde pronunció un memorable discurso sobre el destino de Rusia en el mundo. El 8 de noviembre de ese mismo año, termina Los hermanos Karamazov en San Petersburgo. Muere en dicha ciudad, el 9 de febrero de 1881. En su lápida sepulcral puede leerse el siguiente versículo de San Juan, que sirvió también como epígrafe de su última novela, Los hermanos Karamazov:


“En verdad, en verdad os digo que si el grano de trigo que cae en la tierra no muere, queda solo, pero si muere produce mucho fruto.”









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Adaptación para teatro de Los hermanos Karamazov



Esta es la última y gran obra de Dostoyevski, a la que van a parar las preocupaciones éticas y religiosas que aparecen a lo largo de su novelística. Plantea, en una trama dramática de gran intensidad, problemas éticos insolubles que él mismo vivió dolorosamente a lo largo de su atormentada existencia. La muerte del padre -inhumano, ruin, hipócrita, borracho y lujurioso- hace exclamar a Iván: "Todos somos culpables de la muerte del padre, todos: Dimitri, yo, Smerdiákov, porque todos deseamos su muerte; todos somos parricidas". Queda planteado así uno de los ejes de la obra del autor: la moralidad de los actos humanos y, en concreto, del crimen enfocado en su aspecto moral como delito, y en el religioso como pecado, las dos grandes obsesiones de Dostoyevski.






Los Hermanos Karamazov es la tercera de las versiones teatrales de novelas de Dostoyevski que emprende el Teatro Libre, después de Crimen y Castigo y El Idiota, en el ciclo que habrá de culminar con el montaje de Los Demonios. Aunque la tetralogía constituye un proyecto integral, cada una de las obras se ha abordado como un producto independiente, autónomo, con un lenguaje teatral propio, solo hermanada con las demás por los temas y las obsesiones del universo de Dostoyevski.



La obra fue adaptada para el teatro por Patricia Jaramillo. El espectáculo es diseñado por el arquitecto Willy Drews y dirigido por Ricardo Camacho. Los actores son Héctor Bayona, Christian Ballesteros, Diego Barragán, Angie Bueno, César Morales, Alejandra Guarín, Fabián Martínez, Germán Naranjo, Carlos Torrado, Walter Suaza, Carolina González, Felipe Correa, compositor: Victor Hernández y el músico: Ricardo de los Ríos. Tomado de:





http://www.teatrolibre.com/hermanos_karamazov.html